La escuela otorga certificados o diplomas a sus estudiantes y egresados, durante su formación o al concluirla, estos tienen un valor como lo describe Bourdieu en su concepto de capital cultural en la sociología del trabajo también ha sido estudiado este fenómeno de importancia para la educación en relación con el mercado laboral.
Dore, Ronald (1983), pone el siguiente ejemplo: como el número de los que poseen certificados de secundaria es mucho mayor que los puestos disponibles para ellos, algunos deciden que cinco libras como conductor de autobús son mejor que nada, entonces la compañía les da preferencia. Y muy pronto todas las plazas de conductores disponibles son ocupadas por quienes tienen el certificado de secundaria, este certificado ha pasado a ser una cualificación necesaria para ese trabajo.
Los certificados se han llegado a ver como un requisito para la incorporación al mercado laboral, sin embargo, en ocasiones estos no corresponden con el empleo o con el tipo de puesto, entonces los individuos por la carencia de trabajo toman este a pesar de ello. Es así como los certificados a pesar de representar un status o un perfil donde quienes los poseen pueden trabajar, tienden a devaluarse al ingresar a trabajos que no corresponden la formación que respalda el título.
Otro de los postulados que sostiene la Teoría de Devaluación de los Certificados es “la rapidez del proceso de escalamiento hacia las cualificaciones la devaluación de los certificados (y por lo tanto el nuevo aspecto del problema del paro de las personas preparadas) varia de un país en vías de desarrollo a otro” (Ronald: 1983).
Los títulos, grados o certificados escolares que las empresas solicitan para otorgar un empleo se han ido incrementando y con ello devaluando. Es así como un certificado que primero se solicitaba para determinado empleo, actualmente resulta insuficiente.
Los certificados de secundaria superior son los que logran las plazas de conductor de autobús, los licenciados tienen aseguradas las plazas de oficinistas. La presión para seguir ascendiendo la escala escolar se intensifica al mismo tiempo que la presión sobre el gobierno para que edifique más escuelas a fin de permitir a más que lleguen arriba, es difícil verle límites al proceso. Puede que no pase mucho tiempo antes de que la empresa de los autobuses empiece a aceptar Iicenciados como conductores (Dore, Ronald; 1983).
Las escuelas otorgan los certificados y de cierta manera son vistas como un medio que otorga menciones que hacen la diferencia entre quienes compiten por un trabajo.
Los proyectos a los que se refieren a los estudiantes que, ante todo, esperan de sus estudios un título inmediatamente convertible en el mercado del empleo. La finalidad profesional predomina entre los alumnos, quienes conciben sus estudios como una especie de seguro contra el desempleo. (Dubet; 2005)
En contraparte a quienes buscan un empleo y aceptan trabajar en un puesto que no corresponde a su certificado están quienes no aceptan, con esto se genera el desempleo.
Se ha afirmado con frecuencia que el problema del desempleo de los educados procede de la repugnancia de los individuos cultos graduados a aceptar ocupaciones manuales y su persistencia en la búsqueda irrealista de empleos de cuello blanco que consideran dignos de su categoría de "hombres educados” (Foster, 1963: 148).
Es así como la Teoría de la Devaluación de los Certificados presenta dos versiones una que muestra como los títulos tienden a perder su valor, aceptando los empleados un trabajo de menor rango al que podrían aspirar, pero por otro lado se encuentran quienes en afán de encontrar un trabajo digno dejan ir oportunidades laborales.
Dore, Ronald (1983). La fiebre de los diplomas. Educación, cualificación y desarrollo. México: Fondo de Cultura Económica.
Dubet, F. (2005, julio-diciembre). Los estudiantes. México: CPU-e, Revista de Investigación Educativa. Consultado el 20 de mayo de 2011, de http://www.uv.mx/cpue/num1/inves/estudiantes.htm# .
Foster (1963). La fiebre de los diplomas. Educación, cualificación y desarrollo. Citado en Dore, Ronald, (1983). México: FCE.